El caviar de limón o finger lime (citrus australasica) es un pequeño arbusto típico de las selvas australianas. Sus frutos son pequeños (4-8cm, por eso también se le llama microcitrus) y cilíndricos. Su piel, fina y perfumada, puede ser de diversos colores, desde rosa a verde. Lo que los caracteriza es que su pulpa está formada por pequeñas bolitas que explotan en la boca, como caviar. Aquí no se encuentran habitualmente, por lo que hay que recurrir a agricultores especializados. Los míos son de Agrumes Bachès, especialistas en todo tipo de cítricos (puedes encontrar variedades desconocidas de todo el mundo) cuyas instalaciones se encuentran en Eus, un pueblecito al pie del Canigó, a unos 30 minutos de Perpiñán.
PARA LA BASE:
- 400gr de galletas María
- 125gr de mantequilla a temp. ambiente
- la corteza rallada de un limón
- 300ml de nata
- media taza de azúcar glass
- 500gr de queso Philadelphia
- el zumo de 2 limones
- 180gr de chocolate blanco derretido
- 2 o 3 limones caviar
1. Trituramos las galletas.
2. Mezclamos las galletas, la mantequilla y la corteza del limón. Lo ponemos de base en un molde.
3. En un bol, montamos la nata y añadimos el azúcar glass. Reservamos.
4. En otro bol, batimos a máxima potencia el Philadelphia y el zumo de los dos limones. Añadimos el chocolate blanco derretido y mezclamos. Añadimos las bolitas de 2 o 3 limones caviar.
5. Añadimos la mezcla de Philadelphia, chocolate y limón a la mezcla de nata, con movimientos envolventes. Mezclamos bien.
6. Vertemos el relleno sobre la base de galletas y... voilà! Tras dejar reposar 3 o 4h, estará listo para comer.
El resultado es como una cheesecake, pero con un suave sabor a limón.
Para decorar, podemos poner por encima unas bolitas de caviar de limón.
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